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La inteligencia artificial y la responsabilidad profesional: una advertencia desde el caso Deloitte

12 de octubre de 2025 por
La inteligencia artificial y la responsabilidad profesional: una advertencia desde el caso Deloitte
Grupo Contable

La decisión de Deloitte Australia de reembolsar al Gobierno de ese país por errores generados con inteligencia artificial (IA) en un informe oficial ha abierto un debate inevitable sobre el control de calidad en los servicios profesionales. El documento, elaborado mediante sistemas generativos, contenía referencias inexistentes y errores de cita. Aunque la firma corrigió el contenido, el caso evidencia un riesgo que afecta directamente al ejercicio contable y de auditoría: la delegación de tareas críticas a sistemas automáticos sin la revisión adecuada.

En la práctica profesional, la precisión no depende solo de la herramienta utilizada, sino de los procedimientos de control que la respaldan. Las normas internacionales de gestión de calidad y las normas de auditoría exigen verificar toda evidencia y supervisar cada etapa del trabajo. Estas obligaciones se mantienen vigentes, incluso cuando se emplean sistemas automatizados.

El uso de IA introduce riesgos nuevos que deben gestionarse con el mismo rigor que cualquier otro factor operativo. Entre ellos se encuentran la generación de información no verificada, la pérdida de trazabilidad, el incumplimiento de términos contractuales y la afectación de la reputación profesional. Cada firma debe incorporar estos riesgos a su sistema de control de calidad, bajo los lineamientos de la ISQM 1 y las NIA 220 y 500.

En ese contexto, resulta necesario establecer políticas internas sobre el uso de herramientas generativas, definir los tipos de tareas en las que pueden intervenir y garantizar que toda información producida por IA sea revisada por profesionales responsables antes de su emisión. También es recomendable documentar las herramientas empleadas, las validaciones realizadas y las decisiones adoptadas en el proceso.

El caso australiano deja una lección práctica para el entorno peruano: la inteligencia artificial no sustituye la responsabilidad profesional, sino que la amplía. La revisión humana, el juicio ético y la diligencia técnica siguen siendo los elementos que determinan la validez de un informe o una auditoría.

Incorporar tecnología en la práctica contable y de auditoría es un avance necesario, pero su adopción debe estar acompañada por una gestión de riesgos clara y por estándares que garanticen la fiabilidad de la información. Solo así la inteligencia artificial podrá convertirse en un apoyo útil y no en una fuente de contingencias.

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