Ir al contenido

El secreto de un buen currículum: guía basada en el modelo de Harvard

Un currículum vitae cumple una función concreta: permitir una lectura rápida y confiable de la trayectoria, las competencias y los logros. El esquema difundido por la Universidad de Harvard se ha consolidado como referencia por su jerarquía clara, su neutralidad de diseño y su énfasis en resultados verificables. Esta guía resume ese enfoque y lo contrasta con ejemplos de perfiles técnicos y comerciales.

Estructura jerárquica recomendada

Conviene organizar la información en secciones fijas y en orden cronológico inverso (lo más reciente primero). Para la mayoría de perfiles, una página basta; en trayectorias sénior se admite una segunda, sin repetir información.

  1. Datos de contacto. Nombre, teléfono, correo profesional y enlace a un perfil verificado (por ejemplo, LinkedIn). Evitar datos irrelevantes como DNI, estado civil o foto si no se solicita.
  2. Perfil profesional. De 3 a 4 líneas que definan especialidad, sectores y propuesta de valor.
  3. Experiencia profesional. Cargo, empresa, ciudad/país, fechas y 3–5 viñetas orientadas a logros por puesto.
  4. Formación académica. Grado o posgrado, institución, ubicación y años.
  5. Certificaciones y proyectos (opcional). Especialmente útil en perfiles técnicos.
  6. Habilidades técnicas. Herramientas, metodologías y tecnologías relevantes.
  7. Idiomas. Nivel con descriptor homogéneo (p. ej., “Competente”, “Nativo”).
  8. Información adicional (opcional). Publicaciones, voluntariado o disponibilidad para viajar, si aporta valor.

Ejemplos:

Redacción orientada a logros

El núcleo del modelo es escribir con verbos de acción y resultados cuantificados. Una pauta útil es Resultado + Acción + Contexto/Métrica.

  • Perfil de ingeniería de procesos
    • Reduje los costes operativos en un 15 % mediante la optimización del tren de desalación.
    • Mejoré el rendimiento de filtración en un 20 % tras rediseñar el pretratamiento.
    • Aumenté la eficiencia del equipo en un 30 % introduciendo software de simulación.
  • Perfil comercial/marketing
    • Incrementé la tasa de cierre en un 18 % al estandarizar el proceso de prospección y seguimiento.
    • Abrí 4 cuentas estratégicas y elevé la facturación anual en 1,2 M S/.
    • Mejoré la retención de clientes en un 25 % al implementar programas de fidelización y NPS.

Evite descripciones de tareas genéricas (“responsable de…”) sin evidencia de impacto. Mantenga tiempos verbales consistentes: pasado para logros cerrados y presente para funciones actuales.

Diseño profesional y legible

La legibilidad prima sobre lo decorativo.

  • Tipografías sin serif legibles (una o dos como máximo) y uso moderado de negritas para títulos.
  • Márgenes de 2–2,5 cm e interlineado de 1,15–1,3.
  • Señalética visual clara: títulos alineados, fechas a la derecha, viñetas uniformes.
  • Color discreto; evite gráficos, iconos abundantes o columnas desbalanceadas.
  • Compatibilidad con sistemas de seguimiento de candidaturas (Applicant Tracking Systems, ATS): exportar a PDF, evitar tablas complejas, mantener nombres de secciones estándar y palabras clave del anuncio.

Personalización por perfil y por vacante

El contenido debe adaptarse al objetivo profesional y a cada oferta:

  • En ingeniería, resalte metodologías (p. ej., Lean, Six Sigma), normativas, software técnico y proyectos con métricas de eficiencia, seguridad o disponibilidad.
  • En áreas comerciales, priorice KPIs (ingresos, margen, cuota, CAC, retención, NPS), tamaño de cartera, territorios y herramientas de CRM.
  • Ajuste el perfil profesional y el orden de secciones según lo más relevante para la vacante (por ejemplo, “Proyectos” antes que “Formación” si aporta más).

Consistencia y normas de estilo

  • Porcentajes con espacio fino: 15 %, 20 %.
  • Fechas homogéneas (p. ej., 2019–2024), ubicaciones con ciudad y país, y numeración coherente.
  • Evite jerga interna y abreviaturas no explicadas.
  • Nombre del archivo profesional: Nombre_Apellido_CV.pdf.

Errores frecuentes que conviene evitar

  • Sobrecarga visual o plantillas muy gráficas que dificultan la lectura o el filtrado automático.
  • Viñetas sin cifras, sin verbo o con primeras personas extensas.
  • Listas de habilidades genéricas sin evidencias en experiencia o proyectos.
  • Información personal irrelevante o desactualizada.
  • Extensión excesiva sin selección de logros.

Adoptar esta estructura y estilo facilita que la persona reclutadora identifique rápido la adecuación al puesto y permite comparar candidaturas con criterios objetivos. Un CV sobrio, orientado a resultados y personalizado para cada vacante incrementa la tasa de entrevistas obtenidas y proyecta una imagen profesional coherente. ¿Qué vacante objetivo tienes hoy para adaptar el perfil y las palabras clave del documento?

en RRHH
Compartir
Etiquetas