El Ministerio de Economía y Finanzas oficializó la designación de Marilú Haydeé Llerena Aybar como nueva titular de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), en reemplazo de Víctor Mejía Ninacóndor, quien ejerció el cargo por poco más de cinco meses. La decisión fue publicada en el diario oficial El Peruano este sábado 22 de marzo.
Llerena cuenta con una extensa trayectoria dentro de la entidad, en la que ha trabajado más de dos décadas en distintas posiciones estratégicas, principalmente vinculadas al análisis de riesgos fiscales y al fortalecimiento del cumplimiento tributario. Hasta antes de su nombramiento, se desempeñaba como intendente nacional de Estrategias y Riesgos.
Su perfil técnico se refuerza con una sólida formación académica: es contadora pública por la Universidad Nacional de San Agustín (Arequipa), con estudios de maestría en Tributación y Política Fiscal en la Universidad de Lima, así como un MBA en Comercio Internacional por la Universidad de Lleida (España). Además, posee especialización en fiscalidad internacional por el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).
Durante su carrera ha liderado proyectos de transformación digital dentro de la Sunat, orientados a agilizar los procesos aduaneros y tributarios, optimizar la atención al contribuyente e integrar nuevas tecnologías en los sistemas de control. También ha participado activamente en iniciativas para fomentar la educación fiscal desde las etapas escolares y en la promoción de la formalización de pequeñas unidades económicas.
Uno de sus cargos más destacados a nivel internacional fue el de vicepresidenta regional de la Organización Mundial de Aduanas para América y el Caribe, representación que implicó coordinación con más de treinta países de la región.
El nombramiento de Llerena representa un avance en términos de equidad de género dentro de la administración pública, al convertirse en la primera mujer profesional de carrera en liderar la Sunat. Entre los principales retos que asume se encuentran la reducción de la informalidad, el combate al contrabando, y la mejora de la eficiencia en la recaudación en un escenario económico aún incierto.
La expectativa institucional se orienta hacia una gestión orientada a la transparencia, modernización y mejora de los servicios que ofrece la Sunat a la ciudadanía y al sector empresarial.